Una nueva experiencia para ambas partes llegaba lo que nadie se imagino era que gracias a esto sabríamos quien realmente amaba la Danza ya que el maestro no estaba para corregirte, no había nadie para motivarte, no estaba el salón majestuoso para sentirte seguro, esta vez te tienes a ti y solo a ti y un pequeño lugar llámese cuarto, sala, patio o pasillo que hoy se convirtió en tu salón de danza.
Lo que si tenemos bien claro es que aquí la disciplina y la pasión es lo que nos a echo seguir dando y tomando las clases, esto ha sido la sacudida mas fuerte que ha tenido la DANZA pero solo los que tienen estas cualidades seguirán adelante.
Hoy nos acomodamos a lo que tenemos y no ha sido impedimento el no tener la comodidad de un salón de Danza para los que amamos esto, sigamos luchando por nuestra pasión , la pandemia pasara y volveremos a nuestros salones cómodos de entrenamiento pero hoy muchos supimos lo era dejar de bailar y realmente nos dolió.
Pronto regresaremos y sabremos que valor tienen nuestras escuelas de danza, maestros y entrenadores y gracias a esto nuestro regreso sera glorioso porque aprendimos a valorar cada minuto de nuestro entrenamiento y el tiempo que nos dan con mucho gusto nuestros maestros.
Tal vez nadie lo ha notado pero la DANZA fue algo de lo único que nos mantuvo unidos a todos en esta pandemia.